Porque sí, porque la vida lo quiso, soy así. Apasionada y dulce, analítica, pragmática. Acepto la realidad, no me engaño más. Ya me engané, ya me engañaron. Lo lamento, por ellos, no por mi. El dolor, como el sol, madura, forma. y por eso, porque sí... Soy asì.

jueves, 24 de diciembre de 2009

¡FELIZ NAVIDAD!

Queridos amigos y seguidores les deseo una
muy ¡Feliz Navidad!
un pequeño regalito para ustedes.
Rorry, la Charo



jueves, 3 de diciembre de 2009

Quizás ahora ...




Eran las ocho y cuarto de la noche cuando Ana llegó a su casa... Encendíó las luces ambientales y entonces empezó a sonar la tan conocida melodía que anunciaba la aparición de un cubo-mensaje.

Quiso destruirlo antes de que se ejecutara, pero no llegó a tiempo. El "cubo-mensaje" ya se había materializado llenando el ambiente con bellas imágenes holográficas, y sugerentes voces que surcaban el espacio, con el fondo de una tenue y pegadiza melodía. Fue tan rápido el proceso, que no pudo evitarlo y quedó parada en medio de la sala contemplando fascinada el espectáculo que se desplegaba ante sus ojos. El avance de las técnicas subliminales de publicidad, las hacía cada vez más difíciles de evitar y, por ello, sumamente peligrosas para una compradora compulsiva como ella. Los mensajes luminosos la circundaban., sumergiéndola en una suave marea de placer y complacencia, mientras que las voces repetían:
-¿Está cansada de dar ordenes a su servidor personal?... ¿Siente que inútil gasto de energía tener que indicarle todas y cada una de las cosas que debe hacer?... Ahora no le va a pasar. Luego de realizar una encuesta entre más de 100.000 consumidores de su edad, nuestra empresa llegó a la conclusión de que el Asistente Personal modelo 1031 no cumple con las expectativas que rodearon su lanzamiento al mercado.

En consecuencia y continuando con nuestra política de satisfacer las necesidades de nuestros clientes nos pusimos en acción para solucionar este problema y ahora tenemos la satisfacción de darles a conocer nuestro nuevo producto: El modelo 1032 Plus!!! … ¡FEDRA! La perfecta asistente.
Fedra, un robot con apariencia femenina que será programada de acuerdo a la personalidad de su dueña. Esto puede ser ya que todo aquel que la adquiera deberá contestar un detallado cuestionario que permitirá programar a Fedra para que ella conozca los gustos, antipatías, debilidades e incluso las metas que se ha propuesto alcanzar su dueño y actuar, en consecuencia, para colaborar en la realización de los mismos.-
Fue este último párrafo el que llamó la atención de Alicia. Fedra podría ser lo que ella necesitaba para lograr los objetivos que se había impuesto y no lograba alcanzar.

Mecida por la dulce y pegadiza melodía de la propaganda, se acercó a la computadora. Buscó la dirección de la empresa de robótica y ingresó su contraseña. Tras contestar interminables cuestionarios, según la psico-vendedora, eran necesarios para la buena programación del perfil psicológico del asistente personal, le informaron que su Fedra estaría cumpliendo sus funciones, en las primeras horas de la mañana siguiente.

Cuándo terminó la transacción, Ana se quedó largo rato pensando en las preguntas que le habían hecho: “¿Qué música le gusta?... ¿Cuáles son sus horarios?... ¿Está conforme con su peso? ... ¿Tiene fuerza de voluntad?... ¿Tiene una personalidad adictiva?... ¿Le gusta madrugar?... ¿Es indulgente consigo misma?... ¿Qué espera de su asistente?... ¿Le gusta hacer ejercicio?... ¿En qué gasta su dinero?”

Bueno –pensó-, supongo de después de contestar tantas preguntas no tendré que indicarle cómo me gustan las tostadas, cuál debe ser la temperatura de la ducha ni qué comidas me gustan. Sobre todo espero que, tal como le dije a la empleada, me ayude a superar esta pereza que me domina y así alcanzar mis metas.

Eligió para cenar una deliciosa crèpe de champiñones, un helado de frambuesa y, después del consabido café con crema, se acostó. No podía dormir, pues estaba muy excitada pensando en la nueva servidora, pero al fin logró conciliar el sueño.

Eran las seis de la mañana cuando despertó sobresaltada. Las paredes del dormitorio vibraban al compás de la música de relax que había programado en el despertador. Era la que había elegido, pero estaba tan fuerte que en vez de relajarla la puso muy nerviosa. Extendió la mano buscando el radio-reloj, para bajar el volumen, pero no lo encontró en el lugar acostumbrado. Lo buscó con la mirada y lo vio sobre la cómoda, a dos metros de distancia de la cama. No tendría más remedio que levantarse para apagarlo. Al salir de la cama, sintió tanto frío que se le erizó la piel. Manoteó el control térmico para elevar la temperatura, pero no pudo pues el botón había sido sellado con plástico en ocho grados Celsius
.
Apagó el despertador y se metió, rápidamente, en la cabina sanitaria con la esperanza de que una buena ducha la haría entrar en calor. Pero su esperanza resultó infundada... ¡el agua estaba tan helada como el dormitorio y el aire caliente se cortó antes de secar por completo su cuerpo! Esto aumentó su irritación. Tendría que hablar con el encargado de mantenimiento del edificio. Pagaba bastante alquiler como para recibir un servicio tan ineficaz.

Fue al placard a buscar un sweater y notó que le faltaba la mayor parte de su ropa. Apenas habían quedado sus prendas de gimnasia y los uniformes que usaba en el trabajo.Mientras se vestía con la ropa más gruesa que pudo encontrar, a fin de soportar él frió, un reconfortante aroma a tostadas llegaba desde la cocina. ¡Una buena! -dijo para sí- al menos allí todo funciona bien. En ese momento recordó que era el primer día de Fedra, su nueva asistente personal..

Reconfortada por la idea de un rico desayuno, se ubicó ante el Servo-maquillador, seleccionó "Arreglo matutino" y, tras oprimir el botón cerró los ojos, dejando que el artefacto cumpliera con su cometido. Cuando sonó la chicharra anunciando el fin del proceso, abrió los ojos para comprobar si todo había quedado bien... Un gutural gemido de angustia salió de su boca. En vez de ver su cara maquillada con los suaves tonos pasteles que tan bien le quedaban, el espejo le devolvió una imagen patética. Parecía una matrona, con el pelo tirante hacia atrás, enroscado en un rodete y la cara maquillada de una manera tan severa que la hacía parecer diez años mayor.

Rápidamente, se quitó el maquillaje y tras desatar el rodete y aplicarse unos toques de rosa en las mejillas,, logró recuperar un aspecto casi normal. De reojo, veía como los minutos corrían, veloces, en el reloj digital. Un olor extraño, invadió el dormitorio. Llegaba de la cocina y anunciaba que el desastre se había extendido hasta allí. No había duda- Todo iba de mal en peor.
Cuando salió de su habitación trató de no entrar en pánico, al ver los cambios realizados en la casa, por Fedra mientras ella dormía.
Ya había comprobado que de su placard faltaban sus prendas favoritas, pero ahora en el living se encontró con algo peor. Los sillones parecían desconocidos pues habían desaparecido los muelles y coloridos almohadones que había mandado hacer especialmente para ellos. En vez de la cálida alfombra de piel ecológica, el piso ahora estaba sido revestido con linóleo. Sus cuadros y porcelanas habían sido reemplazados por vibrantes carteles de acrílico que se encendián y apagaban con leyendas tales como: ¡No cejes hasta llegar a la meta! ¡Tu puedes! ¡No pierdas el tiempo!... La alacena desbordaba de cajas y cajas de alimento hipo-calórico deshidratado para dietas del doctor Carmalat.

En la cocina, en vez de sus deliciosas tostadas con jamón y queso halló galletas de arroz tostadas. La caja de bombones había desaparecido y el freezer de helados brillaba por su ausencia.
Furiosa, abandonó la cocina y volvió al living donde la aguardaba Fedra (su nueva asistente) con una estereotipada sonrisa de látex y exclamó:
-Qué hiciste! ¿Dónde están mis chocolates, mis helados, los refrescos? ¡Quiero mis vestidos de cachemir de nylon? ¿Por qué hace tanto frío en el departamento? ¿Por qué convertiste mi hermoso y cálido refugio en un recinto frío y desapacible? Esto parece un cuartel, no mi hogar. ¿Por qué hiciste esto?... ¿Por qué?... Por que?...

-Ana, no te enojes,- contestó el androide- solo he cumplido con mi programación… Luego de un silencio, prosiguió con una voz que pretendía ser cordial- Según consta en mi memoria, reconociste ser derrochona, golosa, auto-indulgente e impuntual. Que deseabas cambiar. Que querías tener más fuerza de voluntad y que para ello ibas a contar con mi ayuda.

Sobre la base de estas afirmaciones hechas en el momento de mi adquisición, procedí a quitar de este sitio todos aquellos objetos que favorecieran tu molicie y te alejaran de las metas que dijiste querías alcanzar.
Entonces… ¿Qué puede ser mejor que la comida de dieta para tí? ¿Cómo no eliminar los chocolates, helados, refrescos y todas las calorías vacías que en nada contribuyen a tu salud, pero sí aumentan tu peso? ¿Por qué permitir que el agua caliente contribuya a aflojar tus músculos, cuando el agua moderadamente fría la afirma, activa la circulación y evita la celulitis?...

He seguido todas las indicaciones, favoreciendo el cumplimiento de tus íntimos deseos. No entiendo tu disgusto. Después se quedó en silencio... aguardando con expresión vacía la aquiescencia de su dueña.

Ana, furiosa, no respondió. Simplemente abrió el pecho de la robot y arrancó la fuente de poder mientras pensaba en los interminables trámites que tendría que realizar para desprenderse de ella y recuperar, al menos, una parte del dinero.

Mientras lo hacía, juraba y perjuraba que nunca, pero nunca más volvería a comprar algo por medio del Telemarketing digital...

Fue en ese momento que una conocida melodía anunció la llegada de otro cubo mensaje. Suaves luces y bellos aromas llenaron el ambiente mientras una voz dulce le decía… ¿Está cansada de protestar por las compras que realiza sin pensar? ¿Se arrepiente de lo que ha comprado siguiendo un impulso incontrolable?...
¡Le ofrecemos la solución a su problema! ¡In-hipnos! El inhibidor de hipno-propaganda que la liberará de toda influencia subliminal. No deje pasar la ocasión… Si lo compra ahora, recibirá, sin cargo, el curso “Como liberar su hogar de la programación sub-liminal”.

Sin detenerse a reflexionar, automáticamente, se dirigió a la consola de la computadora, introdujo su contraseña y habilitó la dirección de Ventayette...

Quizás ahora sí podría vencer su compulsiva manía de comprar.

María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo


Buenos Aires, 3 de diciembre de 2009
Derechos Reservados

martes, 24 de noviembre de 2009

El Misterio que encierra tu mirada




Otra vez estoy aquí…

De nuevo ante tus ojos, convocada por el profundo misterio que encierra tu mirada. ¿Es hastío, ignorancia o ironía? ¿En que piensas, con tus ojos, fijos, allá en la lejanía?

Han pasado los siglos y los hombres, continúan debatiendo tus motivos. Que si es duda, temor, tristeza o desconsuelo. Algunos creen que esos ojos y las manos, protegiendo tu regazo, insinúan de un futuro heredero la llegada. Otros hablan de altivo aburrimiento, desdén o quizas, cruel sometimiento.



Insinuan tambien los maldicentes que tu mirada, fija en el espejo que te enfrenta, quiere confirmar si puedes parecer inteligente, gracias a la frente que luces depilada.

Aún peor, sucias mentes de aquel tiempo, sugirieron la existencia de ilegales amores con el pintor que plasma tu retrato.

Sagaz o boba, mujer sutil o muñeca que decora la residencia del rico mercader que es tu marido. Con un gesto indiferente, acaso negligente conquistaste a los hombres y a la historia.

¡Y pensar que esta fama por la que otros dan la vida y hasta el alma, llegó a ti por algo tan banal como tener los ojos nublados por algunos grados de miopía...!

María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo


Buenos Aires, 18 de julio de 2006

Derechos Reservados



LA GIOCONDA . LA OBRA MAS FAMOSA DE TODA LA HISTORIA .
Está pintada entre 1503-1506, sobre una delgada tabla de madera de álamo , extraordinariamente frágil . Se conserva en el Museo del Louvre en una urna de cristal a prueba de balas (Hay quien afirma que soportaría el impacto de un misil). Leonardo preparó minuciosamente la tabla , con múltiples capas de enlucido. Dibujó el motivo del cuadro y después aplico el óleo, sabiamente diluido en aceite esencial. Ello le permitió aplicar innumerables capas de pintura en forma de veladuras , con finas pinceladas imperceptibles que magistralmente aplicadas hacen tan real a este cuadro. La técnica se ha dado en llamar "Sfumato" .Consiguiendo un difuminado de los contornos de la figura , jugando con luces y sombras que dotan al personaje de relieve y de misterio. La figura de la modelo adquiere una humana vitalidad, con una inefable expresión en el rostro, que parece observarnos y meditar. Las manos parecen dotadas de movimiento.El paisaje se pierde en la lejanía, diluyéndose en la nada, como sucede en la observación de la realidad. Esta técnica permite una ejecución perfecta de las carnaduras, gracias al tratamiento refinado de la figura, que está sumida en un claroscuro ambiental.

jueves, 19 de noviembre de 2009

En tus brazos (Poesía libre)



En tus brazos,
soy eterna, soy fugaz.
Río, gimo,
Ruego,
exijo
y gozo,
gozo,
gozo…
Sin querer nunca parar.

En tus brazos,
soy la hembra,
la diablesa
que, posesa,
pide más,
y más... y más.

En tus brazos
recorro
cielos y llanuras,
y me hundo en las
profundas simas del mar.
Me elevo hasta el infinito
y llego, aún,
mucho más allá.

Soy la esclava,
soy la dueña.
Niña que busca cobijo
y madre que te quiere cobijar..
Boca que ansiosa busca alimento
y pecho que te quiere amamantar.

Tierna oveja, cruel tigresa,
dulce lago que te acuna
y mar bravo que te asusta,
cuando intuyes
su profunda oscuridad.


En tus brazos
Soy la diosa,
que a sus gustos,
te somete.
Y hembra débil, desvalida,
que su cuerpo
te entrega, sometida.

Corza que se esconde,
en la fronda, o picaflor
que no cesa de libar.
Lava ardiente de volcán,
fresco torrente de montaña.
Aroma de flores estivales
y salobre gusto a mar.

Dulce fluir de sentimientos
salvaje catarata de sentidos,
que me hacen vibrar cuando
unidos en estrecho abrazo,
dejamos que nos lleve la cálida
e incontenible marea de la vida.

Ahora, me pregunto...
¿por qué, cuando los abres,
te conviertes
en un desconocido?
Un si acaso...
un si hubiera...
si pudiera...

Dime hombre:
¿Por qué tu potencia,
tu dominio, tu exigencia,
tu arcana y sensual sabiduría,
se opacan, oscurecen,
desvanecen,
si no tienes, entregado,
entre tus brazos
el cuerpo de una mujer?

María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo



Buenos Aires, noviembre de 2009

Derechos Reservados





viernes, 13 de noviembre de 2009

Al conjuro de la noche y de la luna
















“El día tiene ojos, la noche orejas” (Proverbio persa)





Eran las últimas horas de la noche. La charca reflejaba en sus aguas el pálido semblante de la luna. Hombres y mujeres reunidos a su alrededor esperaban. ¿Qué esperaban? ¿A quien? No sabían. Nadie lo sabía. Tan solo podían decir que una oscura pulsión los incitaba a caminar erráticamente por la ribera. La sangre golpeaba, salvaje, en sus arterias y se miraban uno al otro, expectantes.
Se habían citado, casi sin palabras, con gestos, ademanes y sonrisas. El cimbreante ondular de unas caderas, una boca entreabierta, una mirada sugerente habían logrado que se dirigieran, sin notarlo, hacía esa pequeña laguna, situada el bosque cercano a la aldea.
A través de las nubes que, por momentos, la velaban Selene descubría bajo su blanca luz el brillo ominoso del acero, que algunos hombres blandían en sus manos. Ora con gesto protector, ora con ademán amenzante.
De pronto, como obedeciendo a una voz interior, cambiaron al unísono esa marcha sin destino por un lento y rítmico vaivén. Bailaban alrededor de la laguna invocando a los misterios. Un Hado sin nombre. Un Acaso que definiera de una vez la sinrazón que los guiaba.
El sonido de las ajorcas en los brazos femeninos marcaba la cadencia de sus movimientos, generando una melodía que acallaba los sonidos de noche. Bailaban. Sus movimientos eran cada vez más incitantes, los cuerpos ondulaban, sensuales, las bocas entreabiertas, los ojos en los ojos. Los cuerpos se acercaban y alejaban al ritmo del latir de la sangre en sus arterias. Seguían en su hipnótico danzar sin saber que, al compás de su danza, desde el fondo de la noche, se acercaba lento y poderoso aquello que estaban esperando. Con su presencia la espesura se llenaba de dudas y sorpresa...

Poco a poco, los danzantes fueron percibiendo el sonido de la maleza abriéndose a su paso. Lenta pero constante, su presencia se acercaba precedida por un sordo retumbar de cascos. La alegría que, al principio los embargó por hallar respuesta a su reclamo, fue dejando lugar a un temor irracional y profundo. ¿A quién habían invocado? ¿Quién o qué respondía a su llamado? La danza se hizo cada vez más lenta hasta que se detuvieron.

El sonido de ramas rotas y pasos que se acercaban, hizo vacilar su estólida certeza. Un silencio espeso ocupó el lugar del sonar de las ajorcas. Los gestos que antes los habían convocado ahora los separaban y poco a poco, paso a paso fueron alejándose de la charca. La fronda que los rodeaba era ahora lúgubre y amenazadora. Dejaron de sentirse unidos por el conjuro de la luna y bajando la mirada, primero lentamente y luego en franca huída, abandonaron el lugar de la reunión.

El último de ellos llegó a entrever la sombra de aquello que habían conjurado y comprobó, con horror, que no era uno sino muchos los que en tropel avanzaban hasta el agua. Se refugiaron en sus cabañas y permanecieron a oscuras, temblando de frío y miedo, mientras rezaban a los dioses invocando su protección.
Llegó la aurora y con ella, los primeros rayos de sol. Recién cuando éste iluminó por completo la comarca, algunos valientes se atrevieron a acercarse a la laguna para saber que era aquello que los había espantado

Grande fue su sorpresa y su vergüenza, cuando vieron las figuras mansas del ganado que, había escapado del corral por las puertas habían dejado abiertas, para ir a abrevar a la laguna.

María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo

Noviembre de 2009

Derechos Reservados



lunes, 9 de noviembre de 2009

El gato y el amuleto (microcuento)

Cuando publiqué el microcuento "El gato", mi amiga Melibea me preguntó:"¿Y qué hizo el gato con el amuleto?"
Creo que ésta es la respuesta:


Fui en papel de arroz sólo un negro trazo.
Por el amuleto transmuté en gato.
Deseando algo más, robé el talismán.
¡Que gran error!
Ahora...soy nada.


María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo

Buenos Aires, noviembre de 2009
Derechos Reservados

domingo, 1 de noviembre de 2009

LA CITA



A veces, un párrafo despierta en nosotros imágenes y situaciones que nos convocan.
En este caso el párrafo pertenece al cuento "Okno, el esclavo" de la escritora argentina Silvina Ocampo.


LA CITA

"Mi miedo, cuando no es mío, me intimida. De noche preparo mi temor futuro de la aurora, al apagar las luces. Estoy en mi sala de trabajo. La luz de la tarde y la luz eléctrica de las habitaciones construyen edificios complicados. Todas las partes de los edificios son diferentes." Algunas, de plata y de cristal, convocan princesas de cuento que esperan, anhelantes,la llegada de su amado. Otras, lóbregas y tenebrosas, informes y rocosas, sugieren que la maldad anida en sus entrañas… Tambien las hay que semejan viejos carteles de propaganda de los años cincuenta con sus ventanas iluminadas a través de las cuales se divisa a la familia feliz, sentada alrededor de una mesa compartiendo su comida.

Empero, la más aterradora se halla frente a mí. Es la ventana de una pequeña habitación. Son tan blancas sus paredes que parecen enlozadas. Pocos muebles, una cama, una mesa y un minúsculo ropero. En la mesa un plato con restos de comida, migas de pan, un botellón con agua y un jarro de cerámica. Asomado a su ventana, como todas las tardes a esta hora, un hombre mira hacia la nada. Sus ojos escudriñan la distancia, las manos se apoyan, desmayadas, en el alfeízar de la ventana. Parece que la paz y la calma lo circundan. Sin embargo...


Sin embargo, por momentos los dedos se curvan como garras y un rictus angustioso contrae sus facciones. Su cuerpo se tensa y arquea su espalda como un felino, dispuesto a saltar hacia su presa. Y así pasan los segundos… El tiempo se detiene y los segundos parecen siglos. Luego suspira y se relaja. Hace tiempo que lo piensa. Hace tiempo que lo intenta, pero en vano.Despues, eleva sus ojos hacia el cielo y parece musitar unas palabras. Hoy no es el día, quizás mañana…

Por fin se incorpora y esbozando una sonrisa, cierra la ventana, no sin antes dirigir hacia el vacio una mirada llena de promesas. Quizás mañana. Quizás mañana...

Mi miedo, cuando no es mío, me intimida, pero tambien me atrae. Es por eso que no puedo sustraerme a la cita cotidiana...

María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo



Buenos Aires, 1 de noviembre de 2009


Derechos Reservados

miércoles, 21 de octubre de 2009

El gato - Microcuento






Miro hacia atrás...
Aún recuerdo mi primer ensayo en la técnica del sumi-e.
Saqué del baúl la caja roja que contenía un fetiche, papel de arroz y aquel viejo pincel.
Quise pintar un gato, más con el primer trazo, cobró vida, tomó el amuleto y huyó con él.

María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo



Buenos Aires, 21 de octubre de 2009
Derechos Reservados

"El microrrelato es una construcción literaria narrativa distinta de la novela o el cuento. Es la denominación más usada para un conjunto de obras diversas cuya principal característica es la brevedad de su contenido. El microrrelato también es llamado microcuento, minificción, microficción, cuento brevísimo, minicuento, etcétera.
escritos u orales de corta extensión aparecen a lo largo de todos los tiempos. Fábulas, adivinanzas, parábolas, epitafios, graffittis, etcétera. El microrrelato no es un fenómeno nuevo. Sienta sus bases en la Edad Media en los llamados bestiarios y más adelante es posible encontrarlo en las sentencias del Conde Lucanor, pero aún más atrás existen antecedentes en las parábolas de Jesús, vistas de forma individual, separada del texto, como estructuras narrativas completas y breves, exigencia de un microcuento. Lo que las convierte en microrelato es el lector, al individualizarlos.
Dado que el cuento, y especialmente el cuento fantástico, es en idioma español un género eminentemente rioplatense, el cuento breve es una especialización de ese género y el microrrelato su destilación máxima en autores que publican en Buenos Aires.
El microcuento nace en la Argentina en la década de los 1950 cuando con Bioy Casares, Jorge Luis Borges realiza la antología Narraciones Breves y extraordinarias, donde aparecen relatos de dos páginas hasta dos líneas. Más adelante en 60 Jorge Luis Borges escribe nuevas narraciones de microrrelatos en el libro El Hacedor, donde hay varios microrrelatos junto a poemas, Bioy en Guirnalda con amores y Julio Cortázar masificó el género con Historias de Cronopios y de Famas haciéndolo famoso en Europa.
En Estados Unidos se empieza en los años 70 y fuera del Río de la Plata en Latinoamérica se comienza a explorar con mayor intensidad a partir de la década del 80. Es, sin duda, reflejo de lo absurdo y lo fragmentario de la modernidad. García Márquez, Juan José Arreola, Denevi y Monterroso crearon las condiciones para que el microrrelato irrumpiera con mayor fuerza."
http://es.wikipedia.org/wiki/Microrrelato

domingo, 18 de octubre de 2009

¡Madre!...


(Homenaje a las Madres en su día)



Madre,
sonríes mientras
acaricias con dulzura,
tu convexo vientre-cuna.
Eres corazón desbordado de ternura,
velando con amorosa devociòn la semilla
que sembró el amor en tus entrañas.
La roja y palpitante penumbra de tu vientre
es cobijo y sustento de sueños durante nueve lunas,
para abrirse, después en el milagro eterno de la vida.

María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo

Buenos Aires, 18 de octubre de 2009
Derechos Reservados

jueves, 15 de octubre de 2009

Impulso poético



Siento,
entonces escribo…
Manifiesto sentimientos encontrados
amor, odio, ilusión, desesperanza.
Así pretendo conmover los corazones
de aquellos que leen mis escritos.
Empleo métrica, palabras y artilugios del lenguaje.
Es difícil, mas no cejo en el intento.
Con lírica o con prosa; a veces lo consigo,
y otras, por desgracia, me estrello contra muros de silencio.


María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo


Este es un estilo en el que me interesa avanzar pues me atrae particularmente y consiste en empezar con una palabra y agregar una por verso hasta llegar a un límite de diez.


Buenos Aires, 15 de octubre de 2009
Derechos Reservados



martes, 6 de octubre de 2009

Canción triste de una madrugada (3º Parte y Final)









Amanece. Vacilante en su borrachera, con el cuerpo agostado luego de otra larga noche de trabajo, Sadie camina rumbo a su hogar. No consiguío que alguien la acercara hasta su casa, f
altan pocas cuadras, pero son las que más teme.

Tendrá que pasar frente al edificio donde vivió los primeros años de su vida. El que atesora sus mejores y peores recuerdos. La escalera de acceso de los veranos calientes y los juegos infantiles. La ventana del living donde aún parecen titilar las luces del arbol de la última navidad que pasaron en familia. Verá tambien la ventana de la cocina, esa desde la que vió, impotente, como su padre, enceguecido de alcohol y celos, hundía un cuchillo en el pecho de su madre. Hará un esfuerzo para no dirigir sus ojos hacia ellas pero, como todas las noches, cumplirá con el rito de su auto flagelación.

-Si no hubiera hablado-murmuraba-si no hubiera hecho ese comentario.¡ Pero sólo tenía 6 años y quería saber todo, acerca de lo que me rodeaba!

Estabas sentada en la mesa del comedor viendo cómo tu papy terminaba la decoración navideña. En ese momento estaba colgando la corona de muérdago del vano de la puerta. Entonces preguntaste:

-Daddy ¿Es cierto que el múerdago sirve para que la gente se dé un beso cuando pasa debajo de él?

-Sí,querida- contestó su padre en un murmullo mientras sostenía un clavo entre los labios.

-¿Sólo pueden besarse allí?

-¡Aja! -volvió a murmurar el padre.

-¿Y todo el mundo sabe que sólo puede besarse ahí?-volviste a preguntar.

-¡Si! -contestó a duras penas, un poco fastidiado por tanta insistencia.

-Entonces voy a decirle a Mamá venga al comedor y que deje de besar a James en el pasillo.

Oh, Dios!!! aún suenan en sus oídos los gritos, los insultos y los pasos de Mamy bajando las escaleras a todo correr. Pero no fue lo suficientemente rápida y los celos, y las jarras de cerveza que Papy había tomado en el bar con sus amigos, fueron más fuertes que el amor y el sentido común.

Así fue que la nieve se tiño de rosa... y los vecinos se asomaron a las ventanas, y llegaron las luces de la ambulancia y de los patrulleros a sumar su azul a las decoraciones navideñas.

Luego tendrá que pasar por el escenario de sus más grandes tristezas y humillaciones, el asilo de paredes falsamente alegres. Ahora las han pintado de celeste con rondas de niños jugando...
-En mi época eran grises, casi negras, como era la vida de todos los que estábamos allí –murmura mientras una sonrisa triste curva sus gruesos labios. Todavía la estremece recordar el primer día que pasó ahí. Llegó de la mano de un policía gordo y bonachón, que la había tratado con ternura y que no pudo evitar un mirada de tristeza cuando la entregó a la celadora.


-¡Una mona más para el zoológico. ¡Estos negros paren como conejos! ¡Vaya uno a saber en qué chiquero la encontraron!”-gruñó la mujer, con desdén-, y agarrándola de la mano la llevo a la oficina de la Directora.

Ella quiso explicarle que su casa era bonita, muy limpia.Llena de amor y alegría, que Mamy y Daddy no eran conejos, sino unas personas muy dulces y buenas que todas las noches la arropaban y besaban antes de que se quedara dormida entre sabanas y frazadas con lindo olor a jabón. No pudo. Apenas abríó la boca, la mujer le dio un sacudón y dijo-¡Silencio! ¡Aquí solo se habla si le preguntan algo! ¿Entendió?- Asustada, Sadie dijo que sí con la cabeza y caminó en silencio hasta las oficinas de la dirección. Luego de llenar unos papeles, le mancharon los dedos con tinta y los presionaron contra un papel muy raro, todo lleno de cuadrados.

Mucho después, años despues, supo, por propia experiendia, que eso se hacía en las comisarías, con los asesinos, con los delicuentes o con gente a la que no consideraban decente. Pero, ¿qué crimen había cometido ella? Nadie se lo quiso explicar.

Ensimismada en estos recuerdos, no se percató de estaba pasando junto a otro de los sitios que llenaban de temor sus noches, la bodega abandonada de Madison Street. No le gustaba ese lugar. El edificio, se había convertido en refugio de adictos y borrachos. Hombres y mujeres, intoxicados de alcohol, crack o polvo de angel se dejaban caer allí donde los invadiera el sopor de sus ensoñaciones y había que caminar, con mucho cuidado, evitando los bultos informes de sus cuerpos, a riesgo de desatar su furor si, inadvertidamente, se los rozaba.


Por desgracia, esto fue lo que sucedió. Perdida en el recuerdo del momento en que con unas tijeras afiladas la celadora cortaba de cuajo sus hermosas trencitas prietas –así las llamaba mamá cuando terminaba de adornarlas con un moño rojo-, tropezó con el cuerpo de un hombre y cayó encima de él. Ëste, asustado, enfurecido y casi por reflejo, la atacó con saña usando como arma una de las botellas rotas que siempre guardaba a su lado, como elemento de defensa.
Las filosas puntas de vidrio se clavaron en el pecho de Sadie y otra vez, y fue así como, en alas de un recuerdo que revivia una y mil veces, repitió aquello revivido...

Y la nieve se tiño de rosa... Y los vecinos se asomaron a las ventanas... Y las luces de los patrulleros y la ambulancia dibujaron encajes de azul en los muros de los edificios.-

María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo
6 de octubre de 2009
Derechos Reservados












domingo, 4 de octubre de 2009

Canción triste de una madrugada (2º Parte)






Era esa hora de la noche ...







Sadie baja del auto. Por suerte, un cliente la acercó hasta su barrio y no tuvo que pasar frente a las fábricas abandonadas. Es esa hora de la noche en que el cielo toma un color negro dorado y los edificios, por contraste, semejan moles de granito opaco. Algunas estrellas se reflejan en los charcos del pavimento, roto por el paso de los camiones que van hacia los diques.

Por momentos tiene la sensación de que es el único ser vivo del planeta. No brillan como hitos en su camino, las luces del bodegón de la esquina y las ventanas del insomne del tercer piso están cerradas.

Le gusta esta hora, porque le permite descansar del ruido incesante del prostíbulo con la moviola repitiendo sin parar viejas canciones, como si hubiera caído en un bache temporal del que fuera imposible liberarla. El silencio contrasta con el susurro de las mujeres en el rincón de la espera y las risas falsamente alegres de las que quieren complacer a los clientes para llevarlos rápido a los cuartos. La dorada oscuridad por la que transita, es una caricia para sus ojos, después de tantas horas pasadas entre el salón iluminado por luces de neón y las habitaciones, con lámparas rojas o azules que pretenden crear un clima de erotismo e intimidad.

Pensar que en un tiempo creyó que saldría de la miseria trabajando en el burdel. Que en dos o tres años ganaría lo suficiente para comprar un pequeño negocio en un barrio más tranquilo y empezar una nueva vida. No contaba con la astucia de la dueña del boliche, y menos con su ingenuidad.

Esa que la convirtió en presa fácil para el primer hombre que le habló de amor. La soledad y el abandono en que vivió hasta su adolescencia, más la imperiosa necesidad de ser amada, de sentir que era importante para alguien la hicieron creer en las palabras de cualquiera que quisiera aprovecharse de ella. Y no fué uno, ni dos, ni tres... Después del tercer fracaso, descubrió que el alcohol que bebía con los clientes para aumentar su comisión, era un excelente amigo fuera de su “horario de trabajo”. Y se fueron sumando los hombres a su colección de desengaños. Hasta que sólo el alcohol se quedó a su lado.

Ya no esperaba ser amada, había llegado a la conclusión de que el desamor y la soledad eran el castigo que Dios le imponía por el error cometido aquella Navidad, hace tantos años. Ahora se conformaba con encontrar un compañero, alguien con quien compartir algunos momentos de paz y felicidad. Una salida, un café, una charla una sonrisa o un programa de televisión. Pero no era así. La buscaban por el placer que su cuerpo les brindaba y una vez que eso terminaba, la trataban como si aún estuvieran con ella en el burdel y no en su hogar. Alguno se quedó más tiempo y eso la hizo fantasear con la idea de una pareja. Pero se dio cuenta de que ella, en realidad, era un buen negocio. Casa, comida y sexo gratis; más algunos dólares que le sacaban con el pretexto de enfermedades o un problema de familia.

No era éste el futuro que había imaginado cuando jugaba con sus amigas, paseando por la calle a su bebé de goma bien arropado en el carrito de madera. Soñaba con una casita blanca, pequeña pero luminosa. En el living sillones colmados de almohadones, como veía en la televisión y en la cocina una mesa redonda donde todas las noches cenarían en familia, entre charlas y sonrisas.
Tendría cuatro hijos, dos nenas y dos varones. El mayor se llamaría James, como su padre, el segundo Mike y serían chicos buenos y estudiosos. Las niñas, Allison y Samantha no tendrían su bocota de labios gruesos pero sí la piel canela de la abuela.

La estridente bocina de un camión la sacó de sus recuerdos. ¡Borracha! fue lo más suave que le gritó el conductor cuando pasó a su lado.

Suspirando, miró en derredor…

Era más tarde de lo que pensaba y el bodegón de la esquina acababa de cerrar. Dos gatos curioseaban junto a las alcantarillas esperando con paciencia a la presa que esta noche no habían cobrado. La miran expectantes, tal vez una mano cariñosa les dé un poco de comida, que los vuelva al momento en que tuvieron un hogar, cálido y feliz.

En la esquina, los semáforos cambian sus colores dando paso a los autos que no están. En la acera de enfrente se corre una cortina, abren la ventana y la cierran con premura. Un niño llora su letanía de hambre y un dulce susurro lo calma, haciéndolo callar. Se insinúa el cálido aroma del café. Comienza la faena cotidiana. Se acabó el silencio, se esfumó su reino de paz y soledad.

Ya llegó, sube a su departamento y se descalza. Ahora podrá descansar hasta la noche cuando, envuelta en la rutina, se acerque un paso más a su destino.


María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo


Buenos Aires, 4 de octubre de 2009

Derechos Reservados





viernes, 2 de octubre de 2009

Canción triste de una madrugada (1º Parte )

SADIE


Alta y flaca, pero no “fané y descangayada” como dice ese tango que saben pasar en el burdel, al contrario, si fuera por sus músculos, se diría que en vez de hacer gimnasia, se dedica al boxeo. Anda por la treintena, piel negra, nariz ancha y boca generosa. El pelo corto que a veces cubre con una peluca rubia.
–Es que los tipos tienen esa fijación- explica, con una mueca de desdén,mientras la acomoda.-

Tiene un don especial para contar chistes. En especial los de humor negro, que se ríen de la desgracia ajena. Pone cara de estúpida, y repite las barbaridades más atroces, como quien no sabe lo que está diciendo. Palabras soeces brotan de sus labios, sin que cambie su expresión de absoluta inocencia. Los que la escuchan no pueden creerlo, y algunos se sienten excitados, lo que es bueno para su negocio.

A veces, se sienta en un rincón y pasa horas acariciando a un gatito que la sigue por doquier. Eso también es bueno para su negocio, ya que los hombres miran hipnotizados cómo su mano recorre el cuerpo del animal, una y otra vez, interminablemente.

Tiene los ojos de un color castaño oscuro, con una chispa de avellana en el fondo. Los cierra cuando ríe. A veces es una sonrisa franca, una carcajada desbordante, otras una mueca irónica y nada más. Depende de las copas que ha tomado. El alcohol favorece la tristeza. La sobriedad permite la esperanza y la alegría. Charlatana y expansiva, de pronto se detiene y calla. Mira a su alrededor como buscando, hasta que encuentra algo que la saca de su encierro.

Vive en un departamento de un ambiente, que no termina de decorar. Parece que en cualquier momento puede meter todo en la valija y buscar otro lugar. Un placard abierto, descubre un remedo de kitchenet. Un anafe, la pileta y mínima heladera, que apenas caben en ese pequeño lugar. Un muñeco “patas largas” cuelga de la puerta del baño. Junto a la pared, pintada de azul, un diván de una plaza. Lo cubre una manta de crochet, tejida en largas horas frente al televisor. A ese lugar tienen acceso sus amigos y, en especial Mike, su vecino.


No tiene familia, se los llevó la vida hace tiempo. En la pared hay dos fotos. En una, se ve a un matrimonio con su hija. Está muy ajada y desteñida.
En la otra, sonríe una adolescente con un diploma en la mano. Sobre la mesita , junto al diván, la foto de un bebé y un frasco con píldoras rosadas, esas que toma cuando despierta de noche gritando después de soñar con aquella navidad, y nada más.

El resto, en su mente y sus recuerdos, que muchas veces intentó acallar.-
María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo
2 de octubre de 2009
Derechos Reservados

TRISTE VISUALIDAD



Triste visualidad, la realidad.
Campos grises de neblina,
días de opaca rutina,
caminos a nunca jamás.
No puedo aceptar la verdad.

Mar bravío, cielo sombrío
viento que punza sin cesar.
Médanos danzantes,
arenas que ocultan mis pasos
ojos anhelantes en la lejanía,
mar de soledades, encaje de olas,
océano de triste visualidad.

Riqueza de tristeza,
llantos sin formas,
manos anhelantes,
brazos circundantes,
plétora de ansiedad.
Buscar lo que no tengo,
deshechar lo que poseo,
volver sobre mis pasos,
negar la realidad.
María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo
2 de octubre de 2009
Derechos Reservados

viernes, 25 de septiembre de 2009

REGALO PARA MIS AMIGOS Y SEGUIDORES

Queridos amigos y seguidores, confeccioné con mucho cariño este regalo como una forma de agradecer su presencia y comentarios.

En el haiku pretendí expresar el sentimiento que creo nos comprende en este camino de conocimiento y aprendizaje.

Tienen varios motivos de sumi-e para que elijan el que sea de su agrado.

No voy a nombrarlos pero ustedes recibirán mi visita para invitarlos a buscar su regalo.





¡Gracias por estar conmigo y alentarme en camino de las letras!
María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo




lunes, 21 de septiembre de 2009

Siete cartas, un contrato y una historia



Siete cartas, un contrato y una historia







Cisneros, 18 de febrero de 1945


Del Fiscal de Turno de la ciudad de Cisneros
D. Juan Vicente Cruz,
al señor Juez de Instrucción
D. Pedro Ignacio Álvarez
Me dirijo a usted para elevarle el informe presentado en el día de la fecha, por el comisario a cargo del Destacamento de Policía del pueblo de Mechongué, don Pedro Gómez.
Mechongué: 18 de febrero de 1945.
 
Informo a usted que, el abajo firmante, en cumplimiento de la función de "jefe a cargo" de la comisaría del pueblo del Mechongué y al mando del cuerpo de Bomberos Voluntarios concurrio en las primeras horas del día trece de febrero de mil novecientos cuarenta y cinco, a la estancia “El buen refugio”,sita en el kilómetro quince del camino al lago Rinken, en cuyo casco se había detectado un principio de incendio.
Que lamentablemente, en el sitio, constatamos que el incendio se había extendido hasta abarcar por completo la construcción y que su intensidad había provocado que el techo de la misma colapsara.
Que luego de sofocar el fuego y al ingresar al edificio siniestrado, se encontró un cuerpo en el piso de la biblioteca, entre el escritorio y la caja fuerte, cuya puerta estaba entreabierta.
Que dicho cuerpo resultó ser el del propietario de la estancia.
Que se sospecha la comisión de un ilícito dado que en el interior de la caja fuerte, sólo se encontraron papeles, algunos de ellos totalmente quemados y otros dañados por el agua y el fuego, no así el dinero y las joyas que, según el personal de servicio, se guardaban en ella.
Que los mencionados papeles aparentan ser un contrato y varias cartas.
Que luego de horas de intensa búsqueda se localizó a la esposa del occiso en el cementerio local. Estaba sentada junto a la sepultura de sus difuntos padres, con el vestido que había usado la noche anterior en los festejos realizados con motivo de su décimo aniversario de casados, musitando en evidente estado de shock, las siguientes palabras: Diez años… diez años…¡diez años!
Que la mujer fue ingresada en el Hospital del pueblo, donde está bajo custodia policial, en espera de su recuperación para tomarle declaración y conocer más detalles acerca de las circunstancias que rodean el hecho.
Que se continúa en la búsqueda d el dinero y las joyas mencionados.
Saluda a Ud
Ss. Don Pedro Gómez
Comisario a cargo de la comisariade Mechongué
Nota: A continuación se transcriben las partes legibles de los documentos hallados en el sitio, los cuales van anexos al presente informe en sobre sellado y lacrado, de acuerdo al siguiente detalle:
a) CONTRATO
consistente en un trozo de papel, tamaño oficio con algunas líneas apenas legibles, a saber:
“En el pueblo de Mechongué, a los 10 días del mes de abril de mil novecientos treinta y cuatro, se presentan ante mi, don Mario Ernesto Rodríguez, el señor don Marío Rolón, nacido……………(ilegible)…………… …el señor don Ramön .....…(ilegible)des….................para celebrar el presente convenio…”
(Se hace constar que fué imposible recuperar un texto más comprensible)

b) Cartas:
7 hojas de papel carta de distinto color y gramaje, en muy mal estado, con sectores ilegibles, a saber:

CARTA Nº 1
Mechongué, 15 de abril de 1934
Señorita Eulalia Rolón:
Me dirijo a Ud. en respuesta a su anuncio publicado en la sección…..(ilegible) … istades del periódico “El día de Mechongué”.
Me emocionaron sus palabras y por eso le ofrezco mi respetuosa amistad. Antes que nada quiero decirle que soy un hombre de bien, educado en los principios de la religión católica y el respeto hacia las leyes. Me considero un buen hijo ya que he cuidado de mi anciana madre hasta el día en que, hace ya casi un año, el buen Dios la llamó a su presencia y …(ilegible)… engo 35 años y trabajo, desde los 15, como asistente de don Manolo Pereyra, dueño del almacén de Ramos Generales, ubicado a cinco kilómetros del pueblo, por el camino viejo. Lamentablemente, fue por esta razón que sólo pude cursar mis estudios primarios.
Tambien yo, creo que las buenas costumbres deben ser respetadas, aunque los tiempos cambien, ya que el progreso no puede ser la justificación de la grosería y la desvergüenza que ………………(ilegible)……… Por lo mismo, me ha sido difícil encontrar una mujer que, coincidiendo con esta forma de ver el mundo, quiera compartir mi vida.
Sus sentidas palabras renovaron mis esperanzas y es por eso que le pido que acepte intercambiar correspondencia con conmigo a fin de …(ilegible)…ernos mejor
. …..(ilegible)......ndo su pronta respuesta, le hago llegar mi respetuoso saludo.
…(ilegible)….ón Céspedes

CARTA Nº 2
Mechongué, 25 de abril de 1934

Señor Ramón Céspedes:
Antes qu..(ilegible)…..as gracias por comprender la sana intención de mis palabras. Usted no pensó, como otros, que publicar mis datos en el periódico del pueblo era una muestra de liviandad. He recibido cartas sucias, de muy mal gusto, que me ofendier ………………………(ilegible)………………………... un gran daño emocional.
Sus palabras respetuosas y su sincera oferta de amistad me causaron una grata impresión. La misma sensación tuvieron mis padres a quienes me permití mostrarles su misiva.
Yo, como usted, he recibido una formación respetuosa de los principios de Nuestro Señor y………………… (ilegible) ………….............(ilegible).............. A propósito, quisiera preguntarle si estudió en la escuela parroquial o acaso en el Colegio Provincial número cinco, ya que a lo mejor hemos sido compañeros en la infancia. Desgraciadamente no he pasado nunca por su lugar de trabajo, porque …..(ilegible)…… mis parientes residen en el pueblo o por el camino a San Julián. Aunque José, el mayor de mis hermanos, conoce el lugar y cree tener una ligera idea de su persona. Él recuerda al ayudan…..(ilegible)……..como un mozo muy callado y servicial, presto a resolver problemas.
Estoy de acuerdo con usted en que lo mejor que podemos hacer es segu………….(ilegible)……spondencia para conocernos mejor.
Así que quedo a la espera de su próxima misiva.
Eulalia Rolón
CARTA Nº 3
Mech..(ilegible).., 9 de julio de 1934
Estimada Eul….(ilegible)
Permíte que te llame así y te tutee, ya que en el tiempo que llevamos escribiéndonos – casi tres meses- he llegado a sent…… (ilegible)..…por ti.Me alegra mucho saber que ha mejorado la salud de tu señora madre. Pero más me complace saber que esperas mis cartas con la misma ansiedad con que yo espero las tuyas. Tus palabras se han vuelto tan necesarias para mí que, cuando no llegan tus misivas me siento perdido. Eulalia... Creo que ya es tiempo de conocernos …….(ilegible)….….seo que pienses en ello y me digas cuándo y dónde nos podemos encontrar. Por supuesto, para tu tranquilidad y la de tus señores padres, puedes venir acompañada por tu hermana menor o por alguna de tus tías.
Espero, Eulalia, que no te ofenda esta ansiedad mía por conocerte y me contestes afirmativamente.
Con todo respeto y aprecio, te saluda
Ramón
CARTA Nº 4
Mechongué, 24 de julio de 1934
Apreciado Ramón:
Tu ………(ilegible)…….misiva me causó mucha alegría, pero también miedo. Hablé de nuestro futuro encuentro con mi mamá y mi tía Encarnación, y ellas opinan que no sería prudente y decoroso que nos encontreamos a solas, aún cuando yo vaya acompañ……………(ilegible)……..a maledicencia de la gente del pueblo es grande y las reputaciones se manchan con suma facilidad. Por eso, ellas sugirieron que es mejor que vengas a mi casa.
Si te parece conveniente, podría ser el viernes después de la Novena de San Francisco.
Tengo mucha ilusión de conocerte. Además, mi hermana mayor sugirió que el domingo podemos ir con ella y su marido a la misa de once en Santa Catalina. Dice que así tendríamos la oportunid……(ilegible)….quilamente cuando salgamos de la iglesia.
Te digo Ramón que temo que te desilusiones, pues la foto que te envié me muestra más linda de lo que soy, y también más joven. Por favor, cuando me conozcas, no te olvides de cómo pienso y soy en mi interior.
……(ilegible)…nsiedad por nuestro encuentro, me despido de ti.
Eulalia
CARTA Nº 5
Mechongué, 30 de julio de 1934
Mi querida Eulalia
¡Soy feliz, muy feliz!
Caminar junto a ti, por las calles del pueblo, rumbo a la iglesia……… (ilegible)……..templarme en tus ojos, tan plácidos y calmos fue un placer largamente esperado. Hazle llegar a tu hermana de mi agradecimiento por la delicadeza que demostró al dejarnos solos unos minutos para que pudiéramos hablar con más libertad.
Tu maravilloso silencio que, según me dices, es para algunas personas sinónimo de tontería; para mí es símbolo de una meditada y sabia actitud ante la vida. No te acongojes por esa graciosa vacilación, que tanto te atormenta y que otros llaman tartamudez, pues demuestra que prefieres hablar poco. Además, tus palabras expresan con toda convicción el interior de una persona bondadosa y llena de amor por.……………………….(ilegible)………………………………......……… ………………………………………………………………………………………………............…………….……..róximo encuentro y, aunque sé que será pronto, busco cualquier excusa para ir al pueblo y pasar frente a tu casa con la esperanza de verte.
Hasta el domingo
Ramón
PD. Por favor, dile a tu padre que el domingo le llevaré 3 botellas de ese vino añejo del que le hablé.

CARTA Nº 6
Mechongué 6 de agosto de 1934
Ramón:
Si tú estás alegre, imagínate yo, ………..(ilegible)………mbre de bien, dulce y buen mozo, que me valora por lo que soy y no se deja llevar por convenciones de belleza e inteligencia! Que ha sabido ver mi interior y descubrir lo que otros no ven. Quiero decirte……(ilegible)……is padres han quedado muy bien impresionados contigo. Papá dijo que, aunque tú te sientas mal por no haber terminado tus estudios y ser sólo un …..(ilegible)…. cén de Ramos Generales, demuestras mayor templanza y sentido común que muchos jóvenes doctores y leguleyos del pueblo.
Estoy muy ilusionada con nuestra relación y todas las noches le agradezco a Dios por haberle hecho caso a mi padre y enviar una carta al periódico del pueblo. Pues fue gracias a esa sugerencia que pude conocerte y saber lo que es la felicidad y la esperanza.
Eulalia
CARTA Nº 7
(última)
Mechongué... 15 d…….(ilegible)…….1934
Señor ….(ilegible)….Céspedes
De acuerdo a lo pactado, y conforme con su desempeño hasta el día de hoy, le envío, la suma de 15.000 pesos. Al mismo tiempo le ruego que mantenga la discreción que tuvo hasta el momento ya que, de otra manera, no cobrará el resto de lo…………(ilegible). También le informo que Ud. recibirá la escritura de la chacra “La Promesa”,el día……(ilegible)……el casamiento con mi hija Eulalia.
Asimismo, y de acuerdo a lo convenido, le adjunto copia del acuerdo por nosotros firmado, y cuyo original obra en poder del escriban…………(ilegible)….zalez, por el cual Ud. se hará acreedor al título de propiedad de la estancia “El buen refugio” si permanece casado con mi hija por un período no inferior a los diez años. De acuerdo a lo hablado, se hace constar que la donación se hará efectiva aún cuando no haya descendientes de dicha unión.
Eso sí, le recuerdo que en dicho documento, existe una cláus.......(ilegible)….ual usted pierde el derecho a esta última propiedad si, por algún motivo, transcienden los tópicos de nuestro convenio o si se comporta de forma indecorosa y/o no respeta el Sacramento matrimonial..
Esperando haber sido claro y con la esperanza de no tener que mencionar nunca más los términos de este acuerdo, lo saluda su futuro suegro.
Mario Rolón
PD: Sería de mi agrado que el casamiento se efectuara el dia 12 de febrero. Fecha en que se conmemora a Santa Eulalia, Virgen y mártir, cuyo nombre lleva mi querida hija.-
María del Rosario Márquez Bello
Rorry, la Charo


Buenos Aires, 22 de septiembre de 2009
Derechos Reservados.

domingo, 13 de septiembre de 2009

EL REPOSO DEL GUERRERO


A mi querido amigo Jorge Capsisky, que me inició en el camino de las letras

Recorrió el departamento con paso lento, silbando bajito como era su costumbre. Pasó revista al dormitorio, a la cocina. Estaban ordenados y limpios, al menos según su parecer. Puso en medio del living una fuente llena de comida para gatos, y se dirigió a la otra habitación. Ensimismado, no se dio cuenta, que en el piso habían quedado muchas diapositivas desparramadas.

Enfrentó lo que venía con la firme entereza con que supo enfrentar las balas, los terremotos y los infinitos riesgos que había corrido escudado, tan solo, por su cámara fotográfica.

Sacó del fichero las tres cartas que había escrito esa mañana, una para el amor que había llegado demasiado tarde, otra para su amiga y hermana del alma y la última para ese desconocido que, fríamente, juzgaría su decisión.

Con la misma prolijidad con que planeaba los ángulos de enfoque dispuso las tres cartas sobre la mesa de la computadora que, extrañamente, estaba apagada como indicando el final de su tarea. Decidió, en cambio, dejar el televisor encendido, pues era el único lazo con el mundo que le había quedado..

Silbaba un tango, mientras volvía a la cocina, al ritmo lento que le permitían sus pobres pies, destrozados por la tortura. Abrió la vieja heladera y llenó un jarro con agua. Sacó del placard del pasillo, ese frasco de plástico con polvo blanco, que hacía tanto tiempo le esperaba.

Volvió a la habitación en que había dictado tantos años su taller literario y los depositó sobre el escritorio. Volviéndose, recorrió con la mirada sus tesoros, que a tan pocas personas conmovían. Las piedras, llenas de misterio; sus huacos, los recuerdos de infinitos viajes, fotos, diapositivas y sus papeles. Escritos para él muy importantes, que no pudo difundir como hubiera deseado.

Se sentó en el sillón, frente al televisor. Abrió el frasco, vertió su contenido en el jarrito, revolviendo para disolverlo. Se inclinó y inhaló el vapor que de él se desprendía, luego se apoyó en el respaldo del sillón... La espera fue muy corta. Reclinó la cabeza hacía atrás, como durmiendo, y exhaló su último suspiro.

Atrás quedaron las humillaciones sufridas bajo los mediocres y farsantes, las burlas, las estafas y el dolor más grande: la indiferencia del ser más querido que hacía tiempo lo había abandonado. Aquel por el que dejó un futuro promisorio en el extranjero, la rama de su estirpe, el que renegaba de sus ideas e investigaciones.

El gato trepó hasta el regazo de su dueño, amasó con sus patas, ronroneando, mientras levantaba la cabeza demandante. Fue en vano. La mano tierna que esperaba, no hizo la caricia acostumbrada. Desilusionado abandonó su sitio y, tal como su amo antes lo había hecho, recorrió la casa. Ya no era la misma, algo había cambiado.

Y se hizo la noche, una y otra vez, en el departamento de luces, insólitamente, apagadas. Sólo brillaba la azulina pantalla del televisor que, implacable, seguía mostrando ante sus ojos muertos, aquello que antes lo conmocionaba: Israel...Arafat...Bush...Ramalah...el dólar...Duhalde...Remes Lenicov...hiper-inflación...saqueos… el 11 de septiembre…

Fueron cuatro quizás cinco días, durante los cuales el gato cumplió su guardia, con tenacidad, recorriendo la casa mientras maullaba lastimeramente.
Era en vano, nadie lo escuchaba…


María del Rosario Márquez Bello

Buenos Aires, 30 de marzo de 2002
Derechos Reservados

sábado, 12 de septiembre de 2009

RECIBI TRES HERMOSOS REGALOS

Con alegría agrego estos 3 bellos regalos
El 1ro. es esta hermosa máscara confeccionada por SUSURU
con motivo de haber llegado a 50.000 entradas en su blog
"Los unos y los Otros" http://unosyotros.blogspot.com/
¡Gracias SUSURU!.
Seguirás contándome entre tus visitas ya que es muy
gratificante recorrerlo y participar en tus juegos literarios.

El 2do es esta hermosa pieza de Porcelana de Indias
de una hermosa estructura que me obsequió Flor
por participar en su blog "Noites de Tormenta"
¡Gracias!!!!!
Me verás seguido por tu casa pues pienso seguir
disfrutando de tus poemas y relatos...


Y hoy tuve la agradable sorpresa de que Lidia en
su blog "Precisamente de lo que no se habla "
me obsequiara esta bella distinción, que me halaga.
Gracias Lidia! Tus palabras me conmovieron profundamente.
Y fueron una caricia para mi alma.
CREADO POR ZADLANDER BLOGSPOT.COM

¡GRACIAS! ¡GRACIAS! ¡GRACIAS!


lunes, 7 de septiembre de 2009

1964

1964
Un maravilloso poema de amor del genial y eterno
de Jorge Luis Borges
I

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
aara aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.

II

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna
y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

JORGE LUIS BORGES ("El otro, el mismo")

sábado, 5 de septiembre de 2009

Cuento corto, muy corto

¡Cuánto te amé! – decía - y aún te amo

con la cruel resignación del desengaño.
En vano trato de arrancarte de mi vida,
pues ya no puedo tolerar tu hipocresía.

Pero tu voz me conmueve y me perturba;
y tu piel me enciende hasta el incendio.
En tus brazos me llevas del infierno al paraíso
y caigo, si los abres, en la sima del averno...

Cuento corto, muy corto, de una mujer enamorada,
que por amor te dio su vida, y también el corazón,

recibiendo de ti en cambio frialdad
Indiferencia, desapego y mucho desamor.


Y, si. Este es un cuento corto, muy corto,
acerca de una mujer que fue engañada
y que, cuando se dio cuenta del engaño,

tomó una daga muy larga y afilada
para hundirla, sin temor y con firmeza,
en su triste corazón de enamorada.


Rorry, la Charo
María del Rosario Márquez Bello

Buenos Aires, setiembre 5 de 2009
Derechos Reservados
 
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