Porque sí, porque la vida lo quiso, soy así. Apasionada y dulce, analítica, pragmática. Acepto la realidad, no me engaño más. Ya me engané, ya me engañaron. Lo lamento, por ellos, no por mi. El dolor, como el sol, madura, forma. y por eso, porque sí... Soy asì.

martes, 13 de abril de 2010

De cómo abrir una puerta

Un pequeño divertimento

Aquí estoy, de nuevo en el blog, y quiero presentarles un texto inspirado en la lectura del libro "de Cronopios y de Famas" de Julio Cortázar. Sin pretender alcanzar el maravilloso estilo de este escritor se me ocurrió escribir algo levemente risueño sobre un tema prosaico que forma parte de nuestras vidas...

" De cómo abrir una puerta"



Señoras y señores damos comienzo, de esta manera a la primera de las conferencias sobre el tema: “De cómo abrir una puerta”

Es un hecho universalmente conocido que los seres humanos son extremadamente sensibles a los cambios climáticos. Aún cuando esta sensibilidad varía de acuerdo a la ubicación geográfica en que habitan, todos y cada uno de los grupos humanos construyen esructuras para protegerse del clima y, en muchos casos, del ataque de animales salvajes o de sus propios congéneres.
Estas estructuras, a las que llaman casa u hogar, pueden ser de pieles, ramas, madera y, en las culturas más avanzadas, de manpostería... Como hecho curioso, señalo a los pueblos inu y esquimal que usan bloques de hielo con este fin.
Para asegurar el ingreso de luz y la buena ventilación, estos ambitos tienen huecos de variadas formas (cuadradas, redondas, triangulares, etc) cubiertas por placas de diversos materiales a las que llaman ventanas.
Las ventanas pueden desplazarse a voluntad, abriendo y cerrado dichas aberturas, de acuerdo a las necesidades de los individuos que habitan en dichas estructuras.
Para facilitar el acceso a los mencionados hogares, que se hallan divididos en ambitos separados, se dejan áreas abiertas en las paredes con su correspondiente placas de apertura y cierre a las que se denomina “Puertas”. La puerta ha sido pensada con el fin de brindar protección, privacidad, abrigo, aislamiento o desamparo. Estas funciones se cumplen en relación a qué lado de la puerta se halla el sujeto.
El elemento puerta nos permite realizar variadas acciones tales como abrirla, cerrarla, recostarnos en ella, golpearla y otras más. Cada una de de ellas tiene diversas variantes de acuerdo a la actitud y momento en que se realiza.
En esta oportunidad nos referiremos al tema: abrir una puerta para salir de una habitación...
Para ello, y antes que nada, debemos estar concientes de nuestra ubicación. Una vez que estamos seguros de que nuestros pies se apoyan, tal como debe ser, en el piso y de que sobre nuestra cabeza se halla el cielorraso ; deberemos realizar una inspección ocular en nuestro derredor a fin de ubicar una puerta. Si, luego de dicha inspección, nos encontramos con el hecho de que hay varias, tendremos que determinar cuál de ellas es la que nos permitirá abandonar la habitación.
Una vez hecha la elección, nos fijaremos si el camino está libre de obstáculos o, como pasa en la mayoría de las habitaciones, hay mesas, sillas, sillones u otros objetos que lo cruzan. De ser así, habrá que arbitrar las acciones a realizar a fin de ir sorteando todo aquello que se interponga en nuestra ruta hacia la puerta.
Puede que, mientras nos acercamos a ella nos asalte la duda... ¿Es conveniente abrirla, ó es mejor dejarla cerrada?¿Qué nos espera detrás de ella?...¿Risas, gritos o un silencio inquietante? La luz del sol o la oscura noche sin luna. Calor o frío.¿Estaremos mejor del otro lado de la puerta que en éste? Si, despues de meditar sobre las dudas que se nos presentaron, todavía nos sentimos con ganas abrirla, deberemos abocarnos a estudiar las características especificas de la susodicha puerta.... Tiene manija, picaporte o pomo. Si es un pomo o perilla fijarnos en si tiene botón en el centro para destrabarlo o es fijo. De ser fijo, deberemos contar además con una llave para destrabarlo.
Estos elementos...¿son de bronce, hierro, acero o una combinación de estos materiales? ¿Están limpios y brillantes o se encuentran corroidos por el óxido? Todas estas características nos permitirán saber más acerca de los habitantes de la casa.
Una vez frente a ella, podremos apreciar aún más su estado.Si es de madera...¿está pulida? ¿se destacan sus vetas? ¿Está lustrada, encerada o cubierta con barniz o pintura mate? Y, si es de metal, está bien pintada o ya se nota, sobre su superficie, la acción del tiempo?..Si observamos la presencia de óxido ello nos indicará mucho acerca del desapego e indiferencia que siente por ella el encargado de su mantenimiento.
Por fin....extendemos nuestra mano hacia la báscula del picaporte y ejercemos presión sobre él para inclinarlo y abrir el objeto de nuestras elucubraciones.....Ante nosotros se encuentra lo esperado y cotidiano o, por el contrario, lo desconocido e inesperado..... pero eso es otra historia...Y no es tema de nuestro seminario.
Para tranquilidad de los presentes, quiero hacer notar que, con el tiempo y la repetición, esta serie de acciones que nuestra mente lleva a cabo para abrir una puerta, se automatiza y es realizada sin que tengamos conciencia de ello. Es decir, que se convierte en un acto reflejo y no nos percatamos de su complejidad.
Si ésta conferencia ha sido de su interés, les invito concurrir el próximo sábado en que se tratará el tema: “ Abrir una puerta para dar la bienvenida.....

María del Rosario Márquez Bello

Rorry, la Charo

Buenos Aires, 13 de abril de 2010

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