Porque sí, porque la vida lo quiso, soy así. Apasionada y dulce, analítica, pragmática. Acepto la realidad, no me engaño más. Ya me engané, ya me engañaron. Lo lamento, por ellos, no por mi. El dolor, como el sol, madura, forma. y por eso, porque sí... Soy asì.

miércoles, 22 de julio de 2009



HECHIZO

En su oscuro y frío laboratorio, rodeado de cuencos y retortas, Mester Segismundo sonreía. La esperanza lo invadía mientras contemplaba, con una débil sonrisa, los ingredientes alineados frente a él. ¡Que difícil había sido conseguirlos! Años y años de búsqueda recorriendo lugares remotos y abyectos tugurios. Pagó por algunos precios exorbitantes y casi entregó su vida para obtener otros. Pero esta vez fue a costa de su sacrificio, y no como aquel día aciago en que entregó a una inocente criatura para satisfacer sus ansias de conocimiento. Si bien era cierto que él también había resultado afectado por el horror que había provocado, sabía que nada podía igualar el sufrimiento y la angustia que sufrió, y aún sufría, la pobre mujer.

Sacudió la cabeza para ahuyentar los recuerdos y puso manos a la obra. La fórmula decía: “Verter en un perol de cobre 4 puñados de polvo de cuerno de unicornio junto con la grasa del hígado de cinco aves del paraíso y llevar al fuego. Cuando la mezcla licue, agregar 4 pizcas de picaduras de crin de rinoceronte blanco y una copa de esencia de muérdago. Revolver bien y, retirando del fuego para evitar que se evaporen, añadir 10 gotas de lágrimas de tirano (es muy importante tomar esta precaución dado lo difícil que es hacer que un tirano llore).”

¿Sería esta pócima tan efectiva como le había asegurado Aristos, el Sabio? ¡Ojala! Porque solo así lograría recuperar su felicidad.. Dejaría de mentir y tendría derecho a gozar de su vida.. ¡Qué alto fue el precio que pagó por ese instante fatal en el que entregó su derecho a la felicidad, creyendo que así podría acercarse un poco más a la Verdad Suprema.

Bueno... la poción estaba casi terminada. Sólo faltaba el toque final... Exponerla al canto de un ruiseñor azul Fue hacia la jaula mientras recordaba lo que tuvo que entregar para obtenerlo. Era un especie muy rara, tan difícil de conseguir como los ojos de mandrágora o los tentáculos de la medusa del Mar Muerto. Tuvo que entregarle a Menebaldo 2 bolsas de oro y los resultados de las investigaciones que había hecho sobre la piedra filosofal durante 15 años... Pero nada era demasiado con tal de lograr su objetivo...

Finalizado el proceso, abandonó el sótano y untó, con una fina capa del ungüento, el pasamano de la empinada escalera que llevaba al aposento matrimonial.

Subió y desde lo allí llamó a su esposa. Llevaban ya 15 años de casados y catorce habían pasado desde aquel día en que, impulsado por su sed de conocimiento, cometió el error que ahora trataba de enmendar. Escuchó sus pasos y la vio llegar... Le pidió que subiera...

En respuesta a su llamado gibosa, con el pelo gris que semejaba un nido de serpientes, la nariz ganchuda, sostenida apenas por sus retorcidas piernas y con la mano apoyada en la embadurnada madera del pasamano, la horrible bruja subía, con dificultad, hacia él.

Después de contemplarla, el Hechicero cerró los ojos y pronunció las palabras finales del conjuro que podía devolverle la dicha perdida. Solo se oía el crujir de los escalones a medida que la mujer asentaba sus pies en ellos...
Cuando se animó a mirarla, el hombre vio que, peldaño a peldaño, su compañera se acercaba a él. Y vió como, gracias al hechizo, paso a paso, recuperaba la incomparable belleza que él había enajenado en aras de la sabiduría.

Ahora... yo te pregunto lector ¿Cuál crees que fue la actitud de la mujer, al recuperar la belleza perdida?...
María del Rosario Márquez Bello


22 de julio de 2009

7 comentarios:

  1. Querida Rorry: un extraño estremecimiento recorrió todo mi cuerpo al leer este relato tan bien logrado.
    Con respecto a responderte a tu pregunta final, supongo que la mujer optó por deshacerse de su marido haciéndole beber un licor venenoso.

    Cariños.

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  2. Hola Rorry!

    COmo te prometí por el correo, aquí estoy.

    Leí tu perfil y me parece muy trabajado, ya que dices vcerdades tan grandes como templos y que me extremecieron, ya que mi novia también es argentina y me contó un poco de la vida allá.

    En cuanto a la historia, me pareció muy lograda, la descripción de la fórmula y las descripciones físicas son muy concretas y precisas, me gustó.

    COn respecto a la pregunta... Quizás la mujer sintió alegría y quiso compartir con su marido tanta felicidad como recuperar la belleza le había brindado, quizás quisieron recuperar el tiempo perdido o, quizás (Como dice Susuru) lo envenenó y se fué con otro jaja.

    Un beso desde España!

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  3. Gracias Su, por tus palabras.
    Con respecto a la esposa, yo creo que lo abandonó y salió a recorrer caminos disfrutando de su belleza... :-)

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  4. Agustin...
    Gracias por leerme y por comentar mi cuento.
    Yo creo que, ni tan siquiera se tomó el trabajo de envenenarlo. Fué peor, lo dejo "preparado y sin visita" (como decimos por estos lares). Pero sí, acuerdo con vos que se fué con otro/otros a recuperar el tiempo perdido.
    Cariños desde Buenos Aires

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  5. Al menos no fue una mujer asesina. Salió a disfrutar de la vida, aunque en forma figurada, imagino a él terriblemente envenenada por semejante desplante.

    Hurra por las Mujeres!!!

    besos

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  6. jajajaja!!!
    Yo pienso lo mismo... ¿Que mejor venganza que dejarlo, lleno de remordimientos por lo que hizo y, "mas pior" con ganas y celoso?
    jajajajaja...

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  7. Bueno, he leído tu hechizo con mucha atención; dos palabras se me han quedado : unicornio y felicidad. La primera porque es mi animal mitológico preferido y la segunda porque la estoy trabajando...

    Esta historia es muy bonita, me dejas con la duda de lo que tenía que haber echo ella. ¿ Y si hubiese decidido amar a Mester Segismundo ?, !quién sabe!, la vida nos da muchas sorpresas.

    Charo, he leído tu perfil varias veces; también me planteo lo de las "alas" y me digo a mí misma, que si la naturaleza no las puso en el ser humano, fue por algo.

    Volaremos con la imaginación cielo, y por lo demás como podamos y deseemos...

    Un besito y felicidades por tu hechizo.

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