Porque sí, porque la vida lo quiso, soy así. Apasionada y dulce, analítica, pragmática. Acepto la realidad, no me engaño más. Ya me engané, ya me engañaron. Lo lamento, por ellos, no por mi. El dolor, como el sol, madura, forma. y por eso, porque sí... Soy asì.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Zapatitos de Charol




“Zapatitos de charol”, así le dicen, los asiduos del salón “Tangos de mi vida”.

Desde que la conocí, no dejo de preguntarme si su presencia en el salón es producto de un acto de amor, de estúpida soberbia o es un eslabón más de la refinada venganza de un hombre despechado.

Dicen que en un tiempo, en los mejores tiempos de Lucía, ella era la reina del salón, que bailaba toda la noche, recorriendo la pista incansablemente en brazos de múltiples compañeros.

Dicen que el Rosendo Pérez estaba locamente enamorado de ella. Que entre cortes y quebradas, le hablaba de amor. Dicen que ella sonreía y se dejaba querer, por él y por otros, sin demostrar preferencia por ninguno.

Dicen que dicen, que era la envidia de las otras mujeres por su esbelta silueta y la elegancia felina con que ondulaba su cuerpo en las complicadas figuras del tango, arrancando suspiros de amor y deseo, entre los hombres presentes.

Que cuando bailaba, sus pies, calzados en negros zapatos de charol, dibujaban filigranas de luz que se reflejaba en el piso encerado hasta parecer un espejo.

Dicen que dicen, y siguen diciendo, que todo comenzó aquella noche en que llegó un desconocido, que también usaba zapatos de charol. Lucía aceptó su invitación y bailaron. Bailaron y siguieron bailando de tal forma, que parecían flotar. Sus cuerpos se acoplaban de una manera tan sensual e intensa, que quienes los contemplaban sintieron pudor. Parecía que se estaban amando. Que en cada figura sus cuerpos se fundían en un gesto ancestral.

Desde ese momento, ella no quiso bailar con otro que no fuera él. Carlos Rivas, así se llamaba el nuevo integrante de la peña, era blanco del rencor de los miembros masculinos del club, mientras que, con sus miradas, las mujeres procuraban envolverlo en telarañas de ternura.

Dicen que fue en esos días cuando la bombonería “Paris” abrió sus puertas en el barrio. Que el Rosendo, en un intento desesperado por reconquistarla, le regaló una caja de los deliciosos bombones de licor que allí se vendían.

Que Lucía los aceptó por cortesía, que abrío la caja con desgano, probó uno y esbozó una sonrisa. Y que luego, con esa misma sonrisa, aceptó bailar un tango. El Rosendo se sintió Gardel y los otros hombres, resolvieron imitarlo. Y así se fueron sumando, en cada velada tanguera, cajas y cajas de bombones que le obsequiaban, con tal de bailar con ella. Y ella bailaba y bailaba.

Y, que un día Carlos Rivas, cansado de ver como era desplazado por una caja de bombones, abandonó el club y se fue a una peña de tango, allá, por el barrio de Almagro.

Dicen que gracias a ella y a sus admiradores, la bombonería París ya abrió cinco sucursales, tres en el barrio y dos en el centro de la ciudad. Pasaron los años, el Rosendo hizo fortuna y compró el club de tango.

Dicen que, ahora, él la va a buscar a su casa todas las noches de tango, con la excusa de que su presencia es imprescindible en el salón. Dicen que Lucía, con falsa alegría, se ubica en el lugar designado para que presida el jurado que elegirá a la mejor pareja de la velada.

Se dicen muchas cosas sobre el Rosendo y la Lucía, pero lo cierto es que, sentada en esa mesa desde la que puede contemplar como las parejas recorren la pista de baile y con una sonrisa que no puede disimular la tristeza que escapa de sus ojos, ella sigue comiendo, sin poder contenerse, los afamados chocolates de la confitería Paris.

¿Y por qué cuento esto?

Porque aquellos zapatitos de charol, que ayer dibujaban encajes de luz y deseo en el alma de los hombres del salón, hoy apenas se vislumbran debajo de una larga pollera, mientras intentan seguir los compases de un tango. Son parecidos a los que ella usaba, del mismo cuero, negro y brillante, pero no lucen igual. Éstos están, deformados y chuecos. Es lógico, pues es una pesada y difícil faena sostener los doscientos diez y seis kilos que, en estos momentos, pesa Lucía.-

Rorry, la Charo

Maria del Rosario Márquez Bello

Derechos Reservados
Buenos Aires, 26 de agosto de 2009

12 comentarios:

  1. Que lindo cuento, querida. Me encanta el Tango. Desgraciadamente no sé bailarlo. Un dia quién sabe? Pero estoy segura que tengo que tener mucho cuidado con los bombones, Dios mio!!jajajaj
    En Venezuela los sapatos de charol se dice "de patente".
    Besitos
    Flor

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  2. jaja se me ocurre leyendo esto que está genial::" si comes muuuucho bombón ,dejas de ser un bombón..." que lindo lo que escribiste... sé que es simple mi comentario...no me animo a opinar ni evaluar tecnicamente,pues no tengo autoridad para hacerlo...soy un orincipiante...pero no debe haber algo mejor y sincero y directo que un " me gusta" o " nome gusta"..que queres que te diga...a mi me encantó SERGIO

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  3. Hola Flor!!!
    Que interesante lo que me comentas sobre el nombre de los zapatos de charol en Venezuela.
    Gracias por tu comentario y, si decidis aprender a bailar tango, hacelo con un profesor que no enseñe las "acrobacias for expor" jajajaja. Es gracioso ver como bailan tango algunos bailarines exagerando los pasos del mismo. El tango es un baile "de contacto" y en algunos casos parace más un acto de acrobacia que un baile de salón.
    Un beso y gracias por leerme.

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  4. ¡Gracias Sergio!
    Tu comentario, tu impresión, es muy valiosa para mí. Porque este pequeño cuento te hizo sonreir. Me encantó tu reflexión: " si comes muuuucho bombón ,dejas de ser un bombón..." jajajaja...
    Y, una cosa, serás un principiante (segun tus propias palabras), pero tus versos tienen mucha fuerza y contenido y a mí, me gustan :)
    Gracias por leerme.
    Cariños desde Buenos Aires
    Rorry

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  5. Me encantó el cuento. Cuando leí zapatos de charol yo retrocedí a mi niñez con zapatitos guillermina de charol negro y zoquetes bordados en el puño impecablemente blanco.

    Como me fascina el chocolate, después de leer esto, quedé impresionada......tantos kgs ganados por los bombones!!!!!

    La verdad que me dejó pensando este cuento...

    besotes

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  6. Hola Susu!!!
    ¿Te acordas? Guillerminas marrón todoa los días y zapatitos de charol para paquetear...¡Que lindo!!!!
    A mí tambien me puede el chocolate. Tabletas, helado, mousse, brownies, con leche en taza (como en el Tortoni o Las Violetas) ¡Ays!!!
    Recien llego de hacer trámites familiares y entro al blog...
    Besoss y paso a leerte...
    Rorry

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  7. a mi solían comprarme los zapatitos en Carlitos. ¿te acordás? o en Grimoldi....

    y con el chocolate....ayay ay ay, ya me estoy empachando de tanto que me gusta.

    Las Violetas, el Tortoni, y también alguno de los más modernos. El motro día le dije a Flor que justo entré a una confitería llamada Oporto y también me gustó.

    Qué tarde agobiante!!! Ya terminé el trabajo de hoy, salgo de shopping...
    hassta luegoooooooooo

    besossssssss

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  8. ¡A mi tambien me los compraban ahi! jajajaja.
    y me acordé que, para ir al colegio, las medias eran morrones, casi beige (si no me equivoco), las trencitas o el rodetito, y el delantal tableado con moño. jajajaja.
    Espero que lo hayas pasado bien de shoping.
    Besoss

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  9. amiga no se como nombrarte me quedo con la charo...mas alla de mi guto personal-no me guta el tango ni ahi,piazola algo-haces un relato maravilloso y claro para los que no saaben,no conocen que es el tango,baile de varones en su historia,y de putas y cabarts alla en el tiempo...me agrada mucho como entras en el tema...
    no vine a darte gracias antes porque no se...debe haber pasado algo
    pue un abrazo enorme
    lidia-la escriba perenne
    www.deloquenosehabla.blogspot.com

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  10. Gracias Lidia
    Podes decirme Charo pues tanto como Rorry son apodos derivados de Rosario.
    Gracias por venir a visitarme. Te visité y te tengo entre mis preferidos pero no logro que su link se actualice. Misterios de Google. Voy a insitir a ver si logra visualizarlo bien.
    Saludos y ¡nos estamos leyendo!

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  11. charo hace un año que reclamo a google y me contetan:el problema es suyo me harte!
    te cuento publique un libro de poemas en un sitio virtual bubok.com hasta ayer se podia encontrar por google hoy no...tenes que entrar,regitrate y bucar dentro del espacio "CANCIONES PARA PODER VIVIR Y RESISTIR" ES UNA RECOPILACION DE POEMAS que me costo elegir,TANTO EL REGISTRO como bajar el libro es grtuito,seccion poemas,subcategoria arquitectura,
    cuestiones que pide el blog virtual
    gracias

    LIDIA-la escrib perenne
    www.deloquenosehabla.blogspot.com

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  12. Hola querida, tomé nota de los libros de los viajes de tren, deben ser bien interesantes.
    Gracias por visitarme.
    Besos
    Flor

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